Esta variedad de sandía, sin las pepitas negras de la fruta convencional, produjo en los semilleros españoles, en 1993, unas 8.000 toneladas, cantidad que casi se triplicó un año después y para 1995 podría situarse en 43000 toneladas, según indicó a Servimedia un representante de estos productores.

Valencia y Almería son las dos regiones donde se concentra la producción española de esta variedad, cuyas semillas se importaron en los años ochenta de Israel y Estados Unidos. Los principales clientes de la producción española son Finlandia, Alemania y Francia.