Sancristóbal declaró por estos hechos durante tres horas ante el magistrado, en calidad de imputado y acompañado de su abogado. Dichas fuentes indicaron que su testimonio estuvo en consonancia con el prestado ayer ante el magistrado por el ex diplomático Francisco Paesa, quien quedó en libertad sin fianza tras su declaración.

En su comparecencia de ayer, Paesa reconoció haber hecho de intermediario del Ministerio del Interior para la compra de las armas y precisó que intervino en esa operación a petición de Sancristóbal y del ex jefe del mando único de la lucha antiterrorista Francisco Alvarez, ambos procesados por el juez Garzón en el "caso GAL".

Por este motivo, las citadas fuentes anunciaron que el magistrado citará para declarar a Alvarez en los próximos días, lo que podría ocurrir el próximo lunes. Precisaron que durate la declaración de Sancristóbal, al igual que durante la de ayer de Paesa, no fueron citados los GAL ni ninguno de ellos fue interrogado por el magistrado por la posible utilización de las armas por parte de esta organización terrorista.

Paesa explicó ayer que la compra de estas armas, que hizo a través de un intermediario de Viena, era una operación "absolutamente oficial" y "perfectamente legal". Aseguró asimismo desconocer que dichas pistolas iban a ser utilizadas por Interior para una misión conra ETA, sino que creía que su destino era la Policía de Perú.

Añadió que posteriormente tuvo conocimiento de que la operación fracasó debido a un fallo de vigilancia de la Policía francesa, que también intervenía en la misma, lo que permitió que ETA se apoderase de las armas, algunas de las cuales fueron utilizadas para cometer atentados.

Las declaraciones de Paesa y Sancristóbal forman parte de unas diligencias abiertas por el juez Garzón, desglosadas del sumario 75/89, incoado tras la detencióndel etarra Josu Ternera. Mediante esta investigación, el juez Garzón pretende averiguar el paradero de las armas y cómo cayeron en poder de ETA.