Garzón también ordenó la detención de Julio Hierro, jefe de la Brigada de Información; Francisco Alvarez, comisario de Barcelona; Miguel Planchuelo, comisario de Salamanca; y Francisco Sáez, jefe de la Brigada de Policía Judicial de Bilbao.

De ellos, sólo Sancristóbal y Hierro, que fue detenido a las cuatro de la tarde n su casa de Madrid, se encontraban a las nueve y media de esta noche en las dependencias de la Audiencia Nacional, mientras que el resto habían sido detenidos fuera de Madrid y, a esa hora, estaban siendo trasladados a la capital de España.

El juez Garzón tomó declaración hoy a Sancristóbal, a quien posteriormente sometió a un careo con los ex policías José Amedo y Michel Domínguez, quienes se desplazaron a la Audiencia Nacional, al parecer voluntariamente, y entraron en el edificio por el garaje a brdo de un Mercedes.

A lo largo de la tarde, la Audiencia Nacional fue un hervidero de policías, agentes y otro personal relacionado con el Ministerio del Interior. También se desplazaron al edificio judicial los abogados José María Stampa Braun, que se hizo cargo de la defensa de Sancristóbal, y Jorge Argote, quien en principio iba a defender a Hierro.

Argote, que acudió pasadas las seis y media a la Audiencia Nacional, explicó que fue avisado por su cliente, tras ser detenido, para que se hicies cargo de su defensa. Sin embargo, cuando regresó a la Audiencia Nacional, sobre las ocho de la tarde, hora prevista para que Hierro prestase declaración ante Garzón, le comunicaron que al policía le había sido asignado un abogado de la Dirección General de la Policía, por lo que renunció a su defensa.

"Han nombrado a otro ya y él (Hierro) me ha enviado el mensaje", señaló Argote, quien, sin embargo, no se pronunció sobre si la designación del nuevo letrado había sido impuesta por el Ministerio del Inerior.

El careo entre Sancristóbal y Amedo y Domínguez se prolongó hasta cerca de las nueve y media de la noche, tras el cual, al parecer, iba a celebrarse otro nuevo careo entre Hierro y los ex policías condenados a 108 años de prisión por su vinculación al GAL.