Así lo anunció este lunes el Gobierno para confirmar esta visita a tres de los países que suelen ser punto de salida de muchos inmigrantes que intentan llegar de forma irregular a España.

El Jefe del Ejecutivo permanece estos días en el Palacio de La Mareta, en Lanzarote, donde se encuentra pasando las vacaciones de verano junto a su familia.

Este viaje a la República Islámica de Mauritania, a la República de Gambia y a la República de Senegal será el primero a nivel internacional que realice después de sus vacaciones estivales y servirá, además, para preparar el “otoño caliente” que le espera al Ejecutivo, según explicaron desde la oposición.

A Sánchez le espera la renovación de varios organismos públicos que quedaron pendientes por renovar tras el pacto con el PP por el Consejo General del Poder (CGPJ). El PP reitera su veto a que un ministro dirija el Banco de España u otro organismo independiente, por lo que sigue rechazando de plano la propuesta del Ejecutivo de que sea el ministro para la Transformación Digital y de Función Pública, José Luis Escrivá.

El nuevo calendario obligará a Sánchez a mantener cohesionada a la mayoría de izquierdas y a sus socios independentistas, por lo que deberá cumplir con todo lo firmado con ERC y Junts, lo que implica la ley de amnistía y gestionar otro posible regreso del expresidente catalán Carles Puigdemont. A ello se suma la imposición del cupo catalán y el rebajar las tensiones con algunos de sus barones, quienes rechazan una política económica singular para Cataluña.