Apenas pasado el mediodía, el presidente catalán llegó en coche hasta la escalinata del edificio del Consejo de Ministros de La Moncloa. Allí aguardaba el jefe del Ejecutivo, quién lo esperó en la parte superior de la escalera.

Sánchez estiró el brazo para estrechar la mano del presidente catalán y, acto seguido, ambos comparecieron unos instantes en modo institucional ante los periodistas gráficos. Volvieron a estrecharse la mano, sin apenas intercambio de palabras, antes de pasar al interior del edificio y pasar directamente a la sala de reuniones.

En esta ocasión se ha visto a los dos presidentes con gestos más contenidos que la complicidad que mostraron en la primera reunión de ambos en La Moncloa el pasado mes de septiembre.