Tras criticar que “en España no tenemos una oposición”, sino que “hay un galimatías”, Sánchez pidió directamente al líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, “que rectifique sus alianzas con Abascal y que se abra grandes acuerdos de país en beneficio de la mayoría social”.

“Nuestra mano está tendida”, exclamó el líder socialistas después de remarcar que Vox ha sido el único partido que no respaldó el cambio en la reforma de la Constitución para eliminar la palabra ‘disminuido’ del artículo 49 de la Constitución y se descabalgara de este “gran avance”

Previamente, el líder socialista afeó al PP su voto en contra de revalorizar las pensiones, de rebajar la factura de la luz o de bonificar el transporte público a los jóvenes. Una línea que también compartió la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando arremetió contra un "PP que solo cree en la política para seguir administrando en los intereses de los poderosos" y por eso votan contra los impuestos a los ricos.

La también 'número dos' del PSOE denunció que el PP solo practica el "ruido" y emplear una "crítica sin pudor a la hora de mentir cada día sobre la gestión del Gobierno", poniendo "piedras en la rueda y palos en el camino" para que no se pueda "avanzar".

Montero declaró que están "orgullosas de ser sanchistas" y describió que el sanchismo es "que Feijóo no pudo ganar, no gobernar este país" tras las elecciones generales del 23-J, frase que luego completó Sánchez añadiendo que a "Rueda le va a pasar lo mismo" en las próximas elecciones gallegas.

La mano tendida de Sánchez al PP se enmarcó en una intervención en la que el presidente erigió al socialismo como "la garantía de derechos y convivencia en nuestro país" y la fuerza capaz de "frente al avance de la internacional ultraderechista".

Precisamente, Sánchez ensalzó que esta convención ha sido "oportuna" tras el "azaroso proceso de investidura" y porque convenía "actualizar" el proyecto socialista. Un nuevo marco en el que el PSOE presume de la amnistía para los implicados en el desafío soberanista en Cataluña pero de la que Sánchez no dijo una palabra en su intervención.

El líder socialista criticó que en estos primeros compases de la legislatura se ve "cómo se mimetiza la oposición de la pasada legislatura con la actual" y siguen los "agoreros" de que España "se rompe" pero "España va a en la buena dirección con más empleo, más convivencia y menos desigualdad" que cuando llegó al Gobierno hace cinco años.

Por eso concluyó que era "necesario este ejercicio de puesta a punto" y hacerlo en este "momento" en el que también ha optado Sánchez por hacer cambios en la Comisión Ejecutiva federal del PSOE con la incorporación, en otros, de los ministros Ana Redondo (Igualdad), Óscar Puente (Transportes), Jordi Hereu (Industria), Elma Saiz (Inclusión y Seguridad Social), y la vicepresidenta Teresa Ribera y ahondar en la sintonía PSOE-La Moncloa.

Una nueva dirección federal que fue aprobada por asentimiento por parte del Comité Federal del PSOE -máximo órgano entre congresos- que se reunió en A Coruña aprovechando la convección y al que se ha incorporó también el candidato Besteiro.

En la clausura de la Convención Política también se realizó la tercera edición de los Premios Manuel Marín que se concedieron al alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell; al secretario de Política Autonómica y expresidente de Extremadura, el senador Guillermo Fernández Vara; y a la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey.