Gamarra registró para la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados una pregunta de “por qué ha sido más prioritario para su Gobierno derogar el delito de sedición o rebajar las penas de malversación que reformar la ‘Ley del Sí es Sí’”.

En su intervención, ilustró que tardó, respectivamente, 39 y 11 días, y que lleva 194 sin reformar la norma que ha beneficiado a más de mil agresores sexuales. “¿Puede explicar a los españoles por qué son para usted más importantes sus socios que las víctimas?”, fue la pregunta que en realidad verbalizó ante Sánchez, a quien describió como “cada vez más solo” y a su Gobierno como “cada vez más dividido”.

El presidente replicó a estas últimas acusaciones presumiendo de apoyo mayoritario a sus leyes y, centrado ya en la ley del 'sólo sí es sí’, aseguró que su Gobierno “ha puesto a las mujeres en el centro, con nuestros aciertos y nuestros errores”, con medidas como la reforma laboral y la subida del SMI y de las pensiones, que las benefician.

RÉPLICA

Gamarra le replicó que, más que responderle a su pregunta, lo que había hecho Sánchez era defenderse de la acusación de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de que es “un machista”. Insistió en que sus prioridades no son las víctimas de los depredadores sexuales sino él mismo. De ahí sus “reformas exprés cuando se las exigen sus socios”, lo que ella equiparó a “gobernar al dictado de los poderosos que le mantienen como presidente”.

“Las víctimas no son poderosas y por eso las ignora”, continuó su razonamiento, antes de espetar al presidente que “su tímida disculpa” por las rebajas de penas a agresores “es una nueva prueba de su oportunismo electoral”. A su modo de ver, para pronunciar esa petición de perdón “únicamente le movió el miedo electoral”, no que lo sintiera sino que “sabe perfectamente que esto le va a pasar factura electoral” el 28-M, fecha de las elecciones autonómicas y municipales, cuando “el voto poderoso será el de las mujeres”.

A su vez, Sánchez le devolvió la acusación de estar “haciendo electoralismo”, en el caso de Gamarra por mezclar la cita electoral con “un debate tan importante”. Reiteró su mensaje de que la mejor manera de defender a las víctimas de violencia sexual ha sido “hacer esa modificación técnica del Código Penal” y del apartado penal de la Ley ‘del sólo sí es sí’ que se debatirá y votará mañana en el Congreso.

Seguidamente recriminó al PP gobernar con Vox, partido que se salió del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y preguntó a su interlocutora si prefiere la Cataluña, la “precariedad” y las movilizaciones sociales de 2017, cuando aún gobernaba Mariano Rajoy, o la Cataluña, la “estabilidad laboral” y la “paz social” de 2023. Y sentenció que los “ruidos”, la “crispación” y los “bulos” de la derecha “no van a ocultar aquello en lo que está este Gobierno, que es la gestión, la gestión y la gestión”.