Álvarez se dejó ver, en primera fila y junto a otros exdirigentes socialistas como Marisa Bustinduy o José Andrés Torres Mora, en la primera fila del acto de Sánchez en Benalmádena (Málaga) porque, según confesó a Servimedia, quería mostrar su “apoyo” al presidente. "He venido a apoyar, porque le están haciendo juego sucio, y yo sé lo que es juego sucio. Solo vengo a apoyar”, afirmó la exministra de José Luis Rodriguez Zapatero a esta agencia al término del acto mientras era reconocida por algunos de los asistentes.

Álvarez, que también fue vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), se puso en pie y fue aplaudida por los presentes después de que Sánchez la citase en su intervención, sin mención alguna a que, en 2022, se confirmó su sentencia de condena por un delito de prevaricación continuada por el caso de los ERE, que ella ha recurrido.

El presidente estaba entonces hablando del “ataque vil” de la ultraderecha y el “silencio cómplice” de la derecha y de los “tabloides digitales” que “lo único que hacen es enfangar el debate público”.

“Mi solidaridad y mi compañerismo como secretario general del PSOE”, exclamó Sanchez para con todos los militantes que han sido asediados.

“Pero, no somos ingenuos, tampoco hemos sido ni soy yo el primer presidente socialista que ha sufrido y ha sido objeto de ese ataque”. “Aquí tenemos también, ahí está Magdalena, exministra malagueña” que ha sufrido “el vil ataque de la derecha y la ultraderecha durante muchos años”, denunció el presidente mientras Álvarez, en pie, era aplaudida.