Sánchez estuvo sentado en el primer escaño de la bancada azul -la que corresponde al Gobierno- en las dos sesiones de este debate con una breve ausencia durante la tarde del martes, cuando salió unos minutos del Hemiciclo a la zona del Ejecutivo. Y en la mañana del miércoles durante parte de la intervención del Grupo Mixto (BNG, CC y UPN).

“El diputado en silencio” fue como lo llegó a calificar Feijóo desde la tribuna, después de que Sánchez delegara en Óscar Puente, diputado por Valladolid, la réplica del PSOE al candidato popular.

Desde La Moncloa defienden que este no era el momento de Sánchez y que el presidente se reserva para “su investidura”. También que así se evitaba que el líder socialista tuviera que hablar de los contactos con los partidos independentistas para lograr los acuerdos necesarios para continuar al frente del Ejecutivo.

Pese a las referencias de diputados y las apelaciones continuas de Feijóo, Sánchez evitó hacer uso de la prerrogativa que, según apuntan fuentes parlamentarios, le permitía intervenir en cualquier momento como miembro del Gobierno.

El presidente en funciones guardó tal silencio que el líder del Partido Popular concluyó su última intervención del debate de su investidura denunciando esta postura y espetándole que, con este "silencio", "el que calla otorga", ante las eventuales concesiones a los independentistas para seguir en el Ejecutivo.