Así lo dijo Sánchez en el mitin que los socialistas celebran en Fuenlabrada (Madrid) para poner el broche final a la “mejor campaña de todos los partidos políticos”, según dijo Sánchez ante los más de 4.500 asistentes que en el pabellón Fernando Martín demostraron que el líder socialista sigue siendo el principal activo del partido.

Tras los gritos de "¡Presidente!”, Sánchez agradeció las muestras de apoyo y solidaridad tanto a “mi familia como a mí” por los ataques que asegura está recibiendo desde la derecha que solo usa el “fango”.

Sánchez compartió sus ganas de darse “el gustazo de ganar a Feijoo y a Abascal”. “Estoy contando las horas”, expresó el expresidente ante la cita con las urnas del domingo, porque el PSOE es la “única papeleta” que puede “parar” a Feijóo, Abascal y al “inframundo” de la “ultraderecha” que representa la candidatura de Alvise Pérez, Se acabó la fiesta.

“No hay una ultraderecha buena y una ultraderecha mala”, sino que “hay una ultraderecha mala y hay una derecha aún peor que mala, que pacta con la ultraderecha como es el Partido Popular”, reflexionó, y que comparten al expresidente José María Aznar como ideólogo.

“Y a esos dos los vamos a ganar”, remarcó Sánchez, porque “no aprenden” y “no se da cuenta la derecha española, que cuando tú pactas con la ultraderecha acabas devorada por la ultraderecha”. Así que “volvamos a dar una lección al mundo, un ejemplo a Europa” de que en España se “para a la ultraderecha”, animó.

En la dirección socialista no ocultan su felicidad por el pronóstico que barajan de que incluso pueden ganar las elecciones, un escenario que no contemplaban ni "hace unas semanas". Hay quien ya dice que han ganado y, especialmente, que Feijóo "ha perdido" porque con todas las políticas que les atacan sobre la mesa -amnistía y casos judiciales- no gana a Sánchez en las urnas.

El propio Sánchez lo citó en su intervención cuando dijo que Feijóo, "el que no es presidente porque no quiere", presumía hace poco de que tenían entre 10 y 20 puntos de diferencias con el PSOE, según el "tabloide digital" que citase. Por eso, ahora, "estoy contando las horas" para que llegue el 9-J y se saquen de las urnas "muchísimas" papeletas de Teresa Ribera.

El ánimo exultante de Sánchez confiado en la victoria -hecho que lleva días afirmando- contagiaba a un público entregado al líder socialista y recordaba el ambiente festivo de los socialistas en el mitin de cierre de la campaña del 23-J. Unas elecciones generales en las que al final el PP ganó en votos pero no la mayoría que pronosticaban y Sánchez continuó al frente del Ejecutivo.

Con este convencimiento de la remontada, el presidente llamó "el domingo, a votar al PSOE para parar a la ultraderecha y defender Europa” y animó a los socialistas a "daros el gustazo de ver a Feijoo y Abascal perder las elecciones".