Así lo dijo en el acto que el PSOE celebró en Valladolid en apoyo de la candidatura que lidera la vicepresidenta Teresa Ribera a los comicios europeos, en el que sostuvo que la disyuntiva en las urnas es elegir entre “dos siglas, las de Feijóo y las de Abascal, que representa a la internacional ultraderechista y solo una sigla que va a frenarles, como el 23-J, que es el PSOE”.

“Vamos a volver a hacerlo”, exclamó Sánchez seguro de la victoria de los socialistas en las urnas y apelando, una vez más, a las generales que les permitió seguir en el Gobierno, porque “lo que no quisimos para España no lo vamos a querer para Europa”.

“Yo no quiero más hombres de negro con sus tijeras y sus motosierras”, sino que “yo quiero más hombres y mujeres como Pepe Borrell, Nadia Calviño, Teresa Ribera para que haya más progresistas al frente de las instituciones europeas”, sentenció.

Así las cosas, expresó su deseo de que llegue el 9 de junio para “darme el gustazo de votar al PSOE y ganar a la internacional ultraderechista del PP y Vox, nos vamos a dar el gusto”, afirmó el líder del PSOE entre aplausos de los presentes en el Palacio de Ferias y Muestras de Valladolid.

"SIN COMPLEJOS"

La idea de Sánchez apelando al orgullo “zurdo” fue un mantra repetido por todos los dirigentes que tomaron la palabra, empezando por la número dos de la candidatura, Iratxe García, quien llamó a votar convencida de que la derecha y la ultraderecha “no van a ser mayoría”, pero toca “parar” a ese PP que ha decidido “sin complejos” abrirle las puertas de las instituciones a la ultraderecha.

Por su parte, el ministro de Transportes, Óscar Puente, habló de los “socialistas de antes, de hoy y de siempre, los socialistas de siempre” y centró sus críticas en el “actual regidor de la ciudad y que le apeó a él de la Alcaldía de Valladolid, porque “no puedes ser alcalde y senador al mismo tiempo, porque no puedes hacer bien las dos cosas a la vez”. La ciudad, dijo, ha “pasado de referencia” a ser “una referencia por el ridículo”.

En un acto donde el PSOE relacionó sus mensajes de miedo a la unión de PP y Vox apuntando, como hizo la vicepresidenta Teresa Ribera, a que Castilla y León es el “laboratorio” de la coalición ultraderechista.

Precisamente, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, apeló a las victorias en “batallas imposibles” a las que está “acostumbrado” Sánchez, para apelar a la movilización porque los socialistas son los “únicos capaces de parar esa ola reaccionaria” de PP y Vox.

"ALEGRÍA DE GANAR"

Además, apuntó al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y que se le hace “duro” los días en campaña electoral, de manera que apuntó a que si esta fuese más larga, al PP la van “a salir eurodiputados a deber”.

En las filas socialistas está asentándose la idea de que han “recortado” mucho la diferencia que reconocen que le sacaba el PP antes de esta campaña electoral e incluso en opciones de victoria “en escaños y votos”, como auguró Sánchez.

Precisamente, Tudanca instó a los suyos a trabajar para el 9-J con el fin de llevarse esa “alegría de ganar” a Feijóo que se mostró seguro que también se “llevará” Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

El líder del PSOE comenzó su intervención recordando el sexto aniversario de la victoria de la moción de censura que le llevó por primera vez al Palacio de la Moncloa. La primera que prosperó "en la historia", reivindicó, para apartar a un Gobierno asolado por la corrupción frente a uno que apuesta por la regeneración y la convivencia.

Haciéndose eco de las últimas informaciones sobre el expresidente de EEUU Donald Trump "condenado por mentir, y por sobornar", Sánchez alertó de que hay personas como Trump, Milei, Orban, Abascal y Bolsonaro en "cada vez más países” pero que frente a ellos, hay “también un país que es referente en frenarlos en las urnas”, por España. “Y lo vamos a volver a hacer”, sentenció.