Fue la noticia que se reservó para dar en un acto de la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales en Pamplona, ante unos 1.200 asistentes, según el PSOE.

A los 1.300 millones anunciados añadió los 6.600 millones ya invertidos y la aprobación de la Ley de Formación Profesional.

Esta inversión adicional que se aprobará el miércoles servirá, dijo, para aumentar en 45.000 el número de plazas bilingües de Formación Profesional y en 824 el número de centros de capacitación digital, así como sumar más de 1.500 aulas de tecnología y emprendimiento, lo que supone un 50% más de las aulas existentes en la actualidad.

Una vez hecho el anuncio, Sánchez presumió de los últimos datos económicos, de crecimiento, creación de empleo y contención de la inflación, por los que España "está amortiguando mucho mejor que las principales economías europeas los efectos de esta guerra" y "creando empleo como nunca ha creado y con la calidad del empleo que nunca habíamos tenido".

El presidente contrapuso irónicamente estos resultados a los "falsos milagros", dado que en tiempos de José María Aznar se habló de milagro económico español, para vincularle con la corrupción. "Ya sabemos dónde acabaron ésos del milagro; en la cárcel", dijo.

En esa línea aseguró que el PSOE gestiona "mejor la economía que la derecha" porque obedece al "interés general" de la "mayoría social" y no a la "élite", y se jactó de haber compatibilizado la subida del salario mínimo y la pensiones con la creación de empleo y "cuadrar las cuentas públicas" -esta semana el Gobierno garantizó que en 2024 se bajará el déficit al 3%-, y tener así "la mayor paz social de Europa".

Esa misma capacidad de aunar mejora económica y social auguró a la Ley de Vivienda, que contrastó a la Ley del Suelo de Aznar en 1998 que aumentó los precios, antes de asegurar que ahora España destina a la materia 3.500 millones de euros para estar construyendo 65.000 viviendas protegidas, y de reafirmarse, pese al escepticismo del PP, en que en cinco años edificará 183.000 viviendas. "Vamos a hacer un gran cambio de paradigma", reiteró, marcándose como objetivo llegar al 20% de vivienda protegida que exhiben los países nórdicos.

DOÑANA

Finalmente, Sánchez abordó el otro gran tema de actualidad, la proposición de ley sobre regadíos en el entorno de Doñana, equiparando el negacionismo climático al que hubo sobre las vacunas contra el coronavirus, lo que le sirvió también para poner en valor la inversión de su Gobierno en el sistema sanitario. Criticó a quienes no ven en la ola de calor la misma razón que en las inundaciones, la sequía o los incendios, "que es la emergencia climática", y que son "responsables políticos que niegan la evidencia científica".

Desde esta premisa, ensalzó el valor de Doñana como sumidero de dióxido de carbono y refugio de la biodiversidad, y denunció que “el negacionismo del PP y el negacionismo de Vox nos está llevando hasta incluso ver cómo se daña la reputación de un país tan europeísta como es España frente a las instituciones comunitarias” -cuya neutralidad puso en duda la derecha tras atacar la Comisión Europea la ley de regadíos de Andalucía-. "El Partido Popular y Vox son las dos caras de una misma moneda, que es el negacionismo climático", identificó.

El presidente advirtió de que "el agua va a empezar a ser un recurso cada vez más escaso", y por eso llamó a adaptarse a esa realidad, mientras reivindicó las medidas de su Gobierno en la materia. Llamó la atención a la Junta de Andalucía: "Si queremos gestionar de manera equitativa y eficaz el agua, lo que se exige de todas las instituciones es lealtad institucional". Eso sí, a la vez quiso recordar ayudas del Ejecutivo central al sector primario, dado que son algunos agricultores los que demandan la ley de regadíos andaluza.

Después de esta enumeración, Sánchez, que ya había proclamado y volvería a proclamar que "reformar no es recortar", aseguró que "el futuro siempre da la razón al progreso" y puso como ejemplos medidas de sus dos predecesores socialistas al frente del Gobierno, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero: la creación del Sistema Nacional de Salud y el AVE Madrid-Sevilla por el primero, y las leyes de matrimonio homosexual y el aborto del segundo.

Terminó con otro de sus estribillos habituales: si su Gobierno ha gestionado así con la pandemia y la guerra de Ucrania, qué no haría "cuando el viento sople a favor".