En este sentido, el estudio señala que los productos finacieros éticos están teniendo poca implantación España, debido más a la falta de información existente que a cuestiones de "una supuesta peor rentabilidad".

Asimismo, la universidad explica que, en relación a la gestión ética, existe una falta de confianza por parte de las entidades encargadas de comercializar estos productos.

El 94% de los encuestados, de las 32 organizaciones anilazadas en el estudio, señalan que conocen la existencia de la ISR pero que a la mitad de ellos jamás se les ha ofrecido un producto de este tipo.

Aun así, los encuestados favorecen la denominada"estrategía de preferencia" que consiste en invertir en las empresas que hacen una contribución positiva a la sociedad.

Según la profesora Carmen Valor, encargada del estudio, la mayor parte de los encuestados indica que estarían dispuestos a invertir de forma ética, aunque el universo de la encuesta no permite extrapolar los resultados.

Si bien es cierto, la mayoría de los encuestados coinciden en que la ISR es una de las mejores herramientas para contribuir al desarrollo, por lo que estarían dispuestos, incluso, a sacrificar parte de la rentabilidad para favorecer este tipo de inversiones.