El monumento, sobre una base de 15,7 metros cuadrados y que alcanzará los 4,8 metros de altura, se ubicará a pie del puerto marítimo que en noviembre de 1550 empleó San Francisco Javier para acceder a tierras niponas.

Centenares de habitantes de Shimonoseki y del resto de Yamaguchi están financiando la construcción de este monumento, ya que San Francisco Javier, además de contar con un gran aprecio entre a pequeña comunidad católica de esta provincia nipona, es muy querido también por la población en general, que lo recuerda como el promotor del acercamiento entre las culturas occidental y japonesa, además de valorar su figura como humanista.

Recientemente, una delegación nipona impulsora del monumento recibió una roca del Castillo de Javier, tras visitar esa localidad navarra en compañía del alcalde, Angel Ciprés, y el rector de Javier, Ricardo Sada. La roca será parte del monumento que se inauguraráen Japón.