"En nuestra sociedad", señaló Pereyra, "es necesario plantearse un debate serio y honrado sobre la eutanasia, desde el punto de vista filosófico, ético, sociológico, psicológico, religioso, médico y jurídico".

Pereyra, lienciado en Filosofía y miembro del Club de Veteranos de Paraplejia, añadió indignado que la muerte de Ramón Sampedro está siendo utilizada por los medios de comunicación para "estar hablando durante una semana sobre la eutanasia".

En España, dijo Pereyra, hay 3.500 tetrapljicos que luchan diariamente por vivir con todas sus fuerzas. "Los tetrapléjicos amamos la vida y buscamos nuestra normalización socio-laboral", subrayó.

En 1994 Pereyra escribió una carta a Ramón Sampedro, en la que le explicaba que respetaba su postura y los motivos que le llevaron a tomar la decisión de querer morir, aunque le puntualizaba que no compartía tales argumentos.

"Me duele oír en una emisora de radio que el tetrapléjico, por su estado, está mermado de tal manera en sus facultades fíicas que la vida deja de tener sentido, cuando conozco a cientos de tetrapléjicos que, a pesar de sus dificultades, quieren vivir, gozar de la vida y ser felices", añade.

"La muerte digna", señala Pereyra, "es un derecho y el morir entre los tuyos, cuando termina la vida, es más humano que morir torturado con la utilización de técnicas que, en ocasiones, son salvadoras pero en otras son inútiles, aunque no se tenga la valentía de reconocerlo".