El número de donates, que hoy son sólo 39,4 de cada 1.000 habitantes, tiene que elevarse hasta 45, explicó la ministra, durante la clausura de la jornada conmemorativa del Día Mundial del Donante de Sangre.

"El índice de donaciones es uno de los indicadores del nivel de educación y del grado de desarrollo humano de una comunidad", continuó. Además, la necesidad de promover programas de donación de órganos, tejidos y sangre es ahora especialmente importante, dijo la ministra, dado el aumento de la esperanza de vida y ante las enfermedades emergentes.

En el acto, organizado por la Federación Española de Donantes de Sangre, Salgado explicó que la donación es esencial para combatir enfermedades como la hemofilia y la inmuno-deficiencia, así como para la síntesis de determinadas medicinas. "La generosidad es necesaria habitualmente, no sólo ante catástrofes como la del 11 de marzo", recalcó Salgado.

"Las donaciones han logrado que la mortalidad prenatal y por intervenciones quirúrgicas descienda casi un 50 por ciento en países subdesarrollados y en vías de desarrollo, como Malaui", agregó la ministra, flanqueada en el acto por el presidente de la Federación de Donantes, Martín Manceñido, y el secretario general de Sanidad, Fernando Lamata.

Salgado agradeció a los donantes presentes su "acción solidaria" y recordó que "España es el país donde cada donante dona su sangre en más ocasiones".

La celebración el 14 de junio del Día Mundial del Donante de Sangre fue aprobada en la 58 Asamblea Mundial de la Salud. Esta fecha se escogió por ser el día de nacimiento de Karl Landsteiner, científico estadounidense de origen austriaco distinguido con el Premio Nobel de Medicina por descubrir el sistema de grupos sanguíneos A, B, 0.