Abusos
Un sacerdote que atiende a víctimas de abusos lamenta que la Iglesia no reaccione "por propia voluntad" ante ellos
- Luis Alfonso Zamorano asegura que "no acoger a las víctimas es no acoger a Jesús, que es la víctima por excelencia"
- Víctimas de abusos reclaman a la Iglesia que "lidere" la educación sexual y la lucha para "evitar el porno en Internet para menores"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El sacerdote y misionero experto en atender a víctimas de abusos eclesiales Luis Alfonso Zamorano considera que la Iglesia española "va reaccionando porque la hacen reaccionar, no por propia voluntad" ante esa lacra.
Así lo indicó este viernes en un encuentro informativo organizado en Madrid por la editorial PPC, que en enero publicará varios títulos en los que se abordan los abusos en el ámbito eclesial desde distintas perspectivas. Las nuevas publicaciones se sumarán a otras obras editadas desde que en 2016 viese la luz 'Víctimas de la Iglesia', remarcó Pedro Miguel García Fraile, director de la firma. Entre ellos se encuentran varios textos rubricados, precisamente, por Zamorano, que ultima las páginas de una reflexión sobre las consecuencias espirituales de los abusos.
Este sacerdote de la Fraternidad misionera Verbum Dei, que ha trabajado con víctimas en Chile durante 20 años, afirmó que cuando retornó a España descubrió que la Iglesia en 2016 estaba como la de Chile 20 años atrás. La Conferencia Episcopal chilena dimitió en bloque tras ser llamada por el papa Francisco a una audiencia especial para hablar sobre los abusos. También el propio Francisco tuvo que vivir una "conversión" sobre el tema, que le llegó tras reunirse individualmente y sin reloj con víctimas de la Iglesia chilena en su residencia de Santa Marta, apuntó Zamorano.
A raíz de aquello, remarcó el sacerdote, Francisco sentenció que aunque prescriban los delitos, "las heridas no prescriben".
'BURN OUT' MORAL
En esta línea, el experto confesó a los periodistas que "lo que más" le afecta tras escuchar a las víctimas "no es tanto el abuso concreto". "Lo que mas me cuesta es cuando se les niega la justicia, reparación, se les cierra las puertas y no se les cree. Hay un 'burn out' emocional", lo que se conoce como 'síndrome del quemado', "pero también moral. Te quedas escandalizado ante la dureza de corazón. Estar en las cloacas de la Iglesia no es fácil", dijo Zamorano.
Sin embargo, reconoció que "muchos" de sus mejores amigos en la Iglesia "son supervivientes" de abusos. "No os imagináis el bien que han hecho en mi vida y a mi fe", porque "palpar el dolor es encontrarme con el rostro de Jesús en ellos", comparó. Por eso, el sacerdote entiende que "no acoger a las víctimas es no acoger a Jesús, que es la víctima por excelencia", pero la Iglesia actúa con el "complejo" de ser "una fortaleza asediada".
"La estrategia de siempre es desacreditar lo más posible a la víctima", prosiguió. "En algunas webs de las oficinas de la Iglesia tienes que ser un 'hacker' norcoreano para encontrar el correo para denunciar", ilustró. Por ello, remarcó que "si hoy alguien no actúa" contra los abusos "es por dolo", porque "las cosas están clarísimas".
En este contexto, apuntó que "la Iglesia puede abanderar la protección de los vulnerables, pero necesitamos limpiar nuestra casa".
LIDERAR LA EDUCACIÓN SEXUAL
"La Iglesia debería liderar la educación sexual, evitar el porno en Internet para menores, debería ser Iglesia", revindicó el portavoz de Infancia Robada y víctima de abusos Fernando García Salmones, también presenten en el encuentro.
Desde su perspectiva, a la Iglesia "jerárquica" no le interesa "para nada" hablar de abusos, "sólo la imagen". Para esta víctima, los responsables eclesiales "están en la cirugía estética y tienen que ir al cardiólogo". "La situación es un poco bochornosa", lamentó.
Por ello Zamorano llamó a la "conversión de los corazones", también de los laicos, que en algunos casos "están más clericalizados que los sacerdotes" y hacen oídos sordos a las víctimas. Pero, avisó, "ahora el melón que tenemos que abrir" es el de los abusos de poder y conciencia.
La Iglesia tiene "la obligación" de no dejar "sin justicia" a sus víctimas, pidió. "Sin reparación no hay verdadera justicia. La reparación es un derecho humano", y no debe ser exclusivamente económico, sino también de "acompañamiento", concluyó.
(SERVIMEDIA)
17 Dic 2023
AHP/clc/mmr