Según informa el diario "The Independent", la compañía prevé lanzar un servicio de juegos de azar de aquí a un año o año y medio, siempre y cuando logre establecer un sistema de pagos que le permita adeudar las sumas apostadas por los viajeros en sus tarjetas de crédito antes de aterrizar.

Los pasajeros podrán jugar utilizando sus teléfonos móviles, y los aviones estarán dotados de su propio minirrepetidor, lo que permitirá a la aerolínea ofrecer un coste reducido de llamada, así como beneficiarse de un porcentaje de las mismas.

Ryanair espera firmar un acuerdo de colaboración con uno de los muchos operadores de juegos "on line" en los próximos dos o tres meses y empezar a operar el sistema de manera experimental el próximo verano.

Según las previsiones de la compañía, la implantación de juegos de azar podría llegar a duplicar, e incluso triplicar, sus beneficios. Actualmente, servicios como el alquiler de coches, reservas hoteleras, seguros de viajes y ventas en los vuelos ya representan un 16% de sus beneficios anuales de 294 millones de euros.

Sin embargo, en lo que se refiere a su política con respecto a los viajeros discapacitados -que recientemente fue objeto de polémica al ser expulsados nueve pasajeros con discapacidad visual de uno de sus aparatos-, O'Leary manifestó que se mantendrá sin cambios.

"El límite de viajeros con discapacidad por vuelo seguirá siendo de cuatro, por motivos de seguridad, ya que nuestras tripulaciones se componen de cuatro auxiliares de vuelo. Incrementar este límite representaría aumentar el personal de a bordo y un incremento del gasto, lo que nos obligaría a subir el precio de los billetes", subrayó el presidente de Ryanair.