"No se trata de que los hermanos de Alfonso Guerra, ex vicepresidente del Gobierno y vicesecretario general del PSOE, hayan obtenido importantes patrimonios injustificados, sino que esa cultura ha salpicado también al conjunto de la clase dominante, la denominada 'beautiful people' con el asunto Ibercorp y su relacióncon el Gobernador del Banco de España", matizó.

Asimismo, extendió sus críticas a los socialistas en el Gobierno de la nación, que entre otras "maldades" han enterrado a Mostesquieu al transformar el Tribunal Constitucional en una tercera Cámara, lo que ha ocasionado un daño difícilmente reparable.

"Todo esto ha contribuido al desencanto de una sociedad que acogió la democracia de modo ejemplar, que hizo una transición envidiable para cualquier país de nuestro entorno, porque había ilusión y espeanza en un régimen de participación social. Nada más lejos de lo que estamos viviendo", adujo el parlamentario conservador.

Todo esto ha sucedido, en opinión de Ruiz-Gallardón, porque al PSOE no le gusta el término de ciudadanos aplicado a los españoles y en concreto madrileños: "para él, lo esencial es que son administrados y sobre todo contribuyentes".

Estas actitudes de los socialistas, calificadas por el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid como "todo vale" y "cultura del pelotazo", han spuesto una falta de respeto al pueblo y un comportamiento profundamente antidemocrático.

Además de pasar revista a asuntos de índole nacional, Ruiz Gallardón también analizó durante su conferencia lo que ocurre en la CAM, cuyo gobierno está en manos del socialista Joaquín Leguina, al que acusó de "sumiso ante Moncloa y reivinciativo en Ferraz -sede central del PSOE-

Dijo estas cosas del presidente regional porque, en su opinión,ha consentido la reducción de las inversiones regionalizadas del Estao en la CAM para 1992 en un 35,8%, mientras el promedio nacional asciende al 25%. "Si yo hubiese sido el presidente, no lo habría consentido", recalcó.

También se quejó de que Madrid es la comunidad donde más se paga en pesetas por habitante: frente a las 564.320 pesetas que paga el madrileño, el catalán ingresa en el Estado 315.000. El ciudadano de la CAM paga tres veces más que la media nacional y su esfuerzo fiscal es un 40% superior al de Cataluña.