Entre las causas, según informó hoy el Ayuntamiento, la instalación de un nuevo radar fijo a la altura del kilómetro 4, en sentido salida y, la segunda, la sustitución del antiguo pavimento por otro ambientalmente más favorable por su naturaleza fonoabsorbente.

Una medida que ha permitido reducir el nivel de ruido ambiente en el tramo objeto de rehabilitación entre 9 y 10 decibelios (9,5 según el valor promedio).

Una cifra que, en términos de presión sonora, significa una reducción real del nivel de ruido de una octava parte. De hecho, se ha pasado de los 83 decibelios, en horario diurno, antes de la actuación, a los 73, con posterioridad. Por la noche, los niveles sonoros se han reducido de los 77 decibelios a los 68.

Son los datos que el Área de Obras y Espacios Públicos ha obtenido después de estudiar, analizar y verificar las condiciones acústicas de ruido ambiente en el entorno del tramo intervenido, antes y después de la actuación de repavimentación.

Una sustitución de pavimentos que ha afectado al tramo comprendido entre el punto kilométrico 3+625 y el 7, en el trayecto entre el Paseo de Extremadura y la calle de Ceferino Ávila y que se ha desarrollado entre los meses de septiembre y noviembre de este año, en horario nocturno para afectar lo menos posible a la circulación de esta importante vía de entrada y salida de la ciudad.

En total, la superficie rehabilitada ha sido de 90.925 metros cuadrados, para cuya pavimentación se han empleado unas 9.200 toneladas de una mezcla bituminosa de granulometría discontinua con un alto contenido de betún y caucho procedente de la trituración de más de 25.000 neumáticos fuera de uso.

Se trata de las últimas medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Madrid para mejorar la calidad acústica de esta zona, desde que el Ministerio de Fomento le cediera, en marzo de 2004, el espacio urbano de esta vía junto con otros tramos de carreteras estatales también insertos en la trama urbana, así como la vía de circunvalación M-30.

Estas medidas se han acompañado de una limitación de la velocidad entre el final del soterramiento de la Avenida de Portugal y el cruce del Paseo de Extremadura con la carretera de Boadilla que se estableció, en septiembre de 2007, en 70 kilómetros por hora, frente al límite de 90 que existía con anterioridad.