En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el parlamentario del PP Arturo García Tizón pidió al ministro que confirmara la presencia del comisario general de la Policía Judicial en la cena posterior a la cacería en la que coincidieron el juez Garzón y el titular de Justicia.

"No acostumbro a preguntar a los policías qué hacen en sus fines de semana", replicó el ministro, después de que García Tizón denunciara la "campaña de desprestigio" contra el PP iniciada por el juez y de vincularla a las próximas elecciones vascas y gallegas.

García Tizón consideró comprometido el principio constitucional de libre participación política por la "utilización de mecanismos del Estado" en contra de un partido.

Es notorio, dijo a Pérez Rubalcaba, "que usted controla hasta la extenuación" el Ministerio y que nadie bajo su mando actúa sin su conocimiento, cuando no bajo la autorización o incluso la orden.

Acusó al Gobierno de pretender influir en el resultado de las próximas elecciones en Galicia y País Vasco y concluyó que sólo quedará clara su buena fe y su rectitud constitucional si el ministro de Justicia es destituido y el comisario cesado.

"¡Qué más quisiera yo!" que controlar así el Ministerio a la luz de algunas informaciones publicadas, ironizó Pérez Rubalcaba.

El ministro acusó al PP de intentar "tapar sus marrones" desprestigiando a profesionales honestos, que resolvieron casos complejos como el secuestro de Anabel Segura y a quien los populares mantuvieron cuatro años al frente de la Jefatura Superior de Policía de Murcia.

Pérez Rubalcaba subrayó que Garzón y el comisario hablan "todos los días" por sus labores profesionales, y argumentó que acudir "a un lugar público" como una cacería en la que participan "cincuenta o sesenta personas" es la prueba de que ni el ministro, ni el juez, ni el comisario, tenían "nada que esconder".

"Cazar no me gusta, pero es legal. Lo que no es legal es cazar comisiones en obras públicas, espiar a compañeros de partido, hacer dossieres y circularlos", concluyó.