Pérez Rubalcaba defendió ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados la actuación de las fuerzas de seguridad y su decisión de retrasar el desalojo de la pista hasta que se redujera el número de trabajadores que la ocupaban y su nivel de exaltación.

Explicó que el mando policial a cargo de la situación informó al delegado del Gobierno de que estaba en disposición de desalojar la pista desde las once o las doce de la mañana, pero que había riesgos.

Esos riesgos partían de los propios peligros de la pista y del alto número de trabajadores que la ocupaban, como también de la excitación que mostraban todos ellos.

El ministro juzgó por ello "correcta" la decisión de retrasar el desalojo hasta minimizar esos riesgos, lo que ocurrió finalmente a media tarde. "El responsable político de esa decisión soy yo", proclamó.

El portavoz de CiU, Jordi Jané, criticó con dureza esa decisión "desacertada", que dejó perplejos a los viajeros que se encontraban en ese momento en el aeropuerto y que vieron claramente el "caos" y la "falta de Gobierno".

CiU coincidió con los demás partidos catalanes en la reclamación de la gestión aeroportuaria para la Generalitat de Cataluña.

La portavoz del PP, Alicia Sánchez Camacho, juzgó "pésima" la gestión del Gobierno ante la ocupación de las pistas del Prat, a la que corresponsabilizó del "secuestro" del aeropuerto durante aquella jornada.