La coordinadora ha pedido a las agencias de Naciones Unidas que operan en Ruanda que defiendan una investigación de todos los ataques a la población civil y a los miembros de organizaciones humanitarias, "para descubrir a los auténticos autores y los intereses que se esconden tras tales acciones".

Como medida urgente, la ONGDha pedido a los países que tienen acuerdos comerciales de venta de armas con los gobiernos de la zona y los grupos de milicianos que paralicen y embarguen los envíos de armamento.

Asimismo, la coordinadora ha solicitado también el envío de observadores internacionales que garanticen juicios justos a los responsables de las numerosas violaciones de los derechos humanos desde el inicio de las matanzas entre hutus y tutsis.