A los dos años de inicio de las masacres en Ruanda entre la fuerza gubernativa, formada por la etnia mayoritaria (hutus) y el Frente Patriótico Ruandés (tutsis), que son la etnia minoritaria, el conflicto ha vuelto a recrudecerse.

Según Cáritas, a pesar de la orden expresadel Ministerio de Asuntos Exteriores español, en Ruanda permanecen entre 40 y 50 misioneros, de los cuales cuatro son del Instituto Secular "Vita et Pax", tres de la Congregación Jesús, María y José, cinco dominicas de la anunciata, dos carmelitas misioneras, tres misioneras del Sagrado Corazón, tres religiosas de San José de Gerona, dos de la Caridad de Santa Ana, dos padres blancos y seis diocesanos de "Fidei Donum" del País Vasco.

Además, podrían quedar todavía algunos sacerdotes diocesanos de Catauña, aunque no se puede precisar el número. El único español que ha muerto en la guerra de Ruanda ha sido un religioso, el padre blanco Joaquín Valmajó.

INTERVENCION

La situación de los cientos de miles de refugiados ruandeses que permanecen en los campos de Goma y Bukavu, después de que hayan quedado cortadas todas las vías de distribución de ayuda humanitaria, es crítica, por lo que Cáritas considera urgente la intervención de una fuerza internacional para abrir un "pasillo humanitario" en el estedel Zaire.

Según fuentes de la organización, Cáritas tiene previstos varios vuelos en los que se transportarán víveres, medicinas y material no perecedero, que partirán de Ostende (Bélgica) y Madrid con destino a Bukavu. Estos envíos humanitarios se realizarán en el momento en que se garantice su distribución a los refugiados.