El padre Cesáreo García del Cerro, procurador de Misiones de la Compañía de Jesús, explicó a esta agencia que en un principio había 71 religiosos desplazados en Ruanda, aunque a partir del inicio del conflicto esta cifra fue disminuyendo considerablemente debido a los asesinatos, las expusiones del país y el propio abandono de muchas de estas personas, que decidieron marcharse del país. "Ahora deben quedar unos 8 o 10", señaló este sacerdote.

En cuanto a las medidas de seguridad de que disponen estos misioneros, García del Cerro dijo que son nulas y que la única protección con la que cuentan es la que les ofrecen el consulado y la embajada española en Ruanda.

"La inseguridad es lo normal allí", afirmó, "lo que pasa es que están en constante contacto con la embajada y el consulado que les conectan de vez en cuando".

Indicó que la única seguridad posible para estas personas es que termine el conflicto político que sacude a la zona. "Mientras siga habiendo refugiados y gente caminando de un sitio para otro, venganzas, etcétera, no habrá seguridad", subrayó el jesuita.

A su juicio, una manera de potenciar la ayuda humanitaria a los habitantes del país pasaría por el asentamiento de los indígenas en un sitio fijo, ya que su constante desplazamiento de un lugar a otro dificult que se pueda hacer algo más por ellos. "Estamos intentando que cada pueblo se reintegre a su territorio de origen, porque si están caminando constantemente de un sitio para otro lo que pasa es que la ayuda que llega es muy pobre y no vale para nada", señaló.

Respecto a la colaboración entre los religiosos y las organizaciones humanitarias en el país africano, García del Cerro explicó que es perfecta, ya que de las 108 ONGs pertenecientes a la coordinadora, casi el 60% tienen una inspiración religiosa

Por último, el jesuita expresó su pesar por los asesinatos de los tres cooperantes españoles de Médicos del Mundo y aseguró que, a pesar de todo, la labor de estas organizaciones humanitarias no debe interrumpirse. "Aunque la embajada nos pida que nos marchemos, tenemos que seguir. Mientras no nos echen, no nos vamos", dijo.