González Ferrari pidió un debate nacional sobre el papel que debe tener en España la televisión pública, tanto estatal, como autonómica y local. Durante toda su intervención insistió en la necesidad de alcanzar el consenso político para lograr un nuevo Estatuto de RTVE, acorde con las necesidades reales del actual paorama audiovisual.

La eliminación de la deuda histórica "en un plazo razonable" será una de las obsesiones del nuevo director general. "La financiación pública debe tener un peso principal e indispensable y fijarse para un periodo plurianual", explicó.

Apuntó que esta financiación pública deberá ir complementada con ingresos procedentes de la publicidad y por otros conceptos como la venta de programas y derechos o aquellos procedentes por servicios ligados a las nuevas tecnologías como Internet. González Ferrari defendió también la calidad como signo distintivo de la programación de TVE y RNE. "La tiranía de las audiencias no puede acabar con la calidad, la diversidad de contenidos o las demandas de los públicos minoritarios", señaló.

Tras desmentir los viejos rumores sobre la privatización de La 2 de TVE, el director general de RTVE ensalzó la importancia del "capital humano del grupo". "Me propongo un diálogo legal y sincero con los trabajadores de la casa y sus representantes", añadió. Finalmente, adelantó que RTVE creará un departamento que vele por el cumplimiento de los proyectos constitucionales y legales referidos a la protección de la infancia y la juventud y manifestó su intención de colaborar con otras instituciones, como Unicef, el Instituto de la Mujer, el Defensor del Pueblo y la Secretaría General de Asuntos Sociales.

"LABOR MERCENARIA"

La intervención más dura desde la oposición la protagonizó la portavoz socialista en la Comisión de Control de RTVE, Amparo Valcace, quien llegó a afirmar que González Ferrari ha sido nombrado para dirigir RTVE porque está comprometido con el Gobierno para llevar a cabo una "labor mercenaria".

El responsable de la cadena pública contestó así a la portavoz socialista: "No he sido, no soy y nunca seré un mercenario. La independencia no se regala, se lleva dentro".

Valcarce se quejó de la falta de compromisos concretos en el discurso de González Ferrari, al que llegó a perdir que dimita si no es capaz de aportar soluciones reles para liquidar la deuda acumuladas de la cadena, que a finales de año rondará los 690.000 millones de pesetas.

La portavoz del partido mayoritario de la oposición dijo que el PSOE se sentará con el PP a discutir el futuro de RTVE, siempre que se "rectifique la línea de los Servicios Informativos" y no se utilice la cadena pública para torpedear a la oposición.

El portavoz del PP, Alejandro Ballestero, criticó las palabras de Valcarce y lamentó que el PSOE siga con "viejas cantinelas" y renunci a colaborar en solucionar los problemas de RTVE. Además, mostró su satisfacción por el nombramiento de Ferrari, "un profesional de reconocido prestigio" capaz de afrontar con garantías el futuro del entre público.

Desde Izquierda Unida también se aludió a la falta de "compromisos concretos" en el proyecto presentado por González Ferrari. El portavoz de IU, Felipe Alcaraz, dijo que los discursos de buena voluntad no conducen a nada si no hay medidas palpables. "¿Cuándo y cómo nos reunimos para hablar e la deuda o del nuevo modelo?", preguntó.

El PNV, por boca José Juan González de Txabarri, se mostró escéptico ante el discurso de González Ferrari. Aunque criticó las tertulias de RNE, "porque nos llaman mercenarios todos los días", aseguró que su grupo pone el "contador a cero" y le concede un periodo de confianza. No obstante, insistió en pedir el fin de los insultos y las decalificaciones, "propios de repúblicas bananeras".

El respresentante de Coalición Canaria, Juan Calos Mauricio, reclamóla creación de la figura del Defensor del Telespectador en RTVE, mientras que José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista, pidió que TVE no caiga en la tentación de poner en antena programas del estilo de "Gran Hermano".