Este compromiso, por el que De la Rosa y Grand Tibidabo firmaron un acuerdo para la devolución de una deuda de 4.000 millones de pesetas contraida por el financiero con la compañía en la etapa en la que la presidió, está supeditado a que el juez levante el embargo.

Joaquín Aguirre dio hoy, en declaraciones a la cadena SER, que "cumpliéndose todos los requisitos, el Juzgado no sólo no pondrá ningún inconveniente, sino que favorecerá la devolución del dinero y que las arcas de Grand Tibidabo mejoren para evitar la posible quiebra de la compañía".

En este sentido, añadió que "controlará" la letra pequeña de los acuerdos y que supervisará cada una de las operaciones que puedan tener lugar entre Javier de la Rosa y la actual dirección de Grand Tibidabo.

Agregó que en el caso de l deuda pública de la que es titular el financiero (450 millones de pesetas), se pedirá "garantías de que esta cesión va efectivamente a las arcas de Cataluña".

Aguirre indicó que "la satisfacción de las deudas no tiene nada que ver con los delitos cometidos y, en todo caso, el Supremo ha declarado en reiteradas ocasiones que el pago posterior de una deuda no elimina la existencia de los hechos ilícitos previos".