Una de las resoluciones se refiere a la situación de las mujeres en Afganistán y otra a la condena a muerte del ciudadano español Nabil Nanakli en la República del Yemen. En ambos casos, se trata de fomentar la defensa de los derechos humanos y, por tanto, de la dignidad de las personas y del respeto a la vida.

A juicio de Rosa Díez, "desde laUE, tenemos la obligación de defender los valores de la civilización europea más allá de los gestos solidarios que realicemos; tenemos la obligación de hacerlo así, de globalizar nuestros valores, sobre todo en esos países en los que ya hemos globalizado nuestra economía".