"Las decisiones no pueden ser decisiones del Ejecutivo hasta que el conjunto de los miembros del gabinte hayan asumido una reflexión o una opinión o un estudio de un área correspondiente del Gobierno", matizó.

En su opinión, lo que no puede tener el Gobierno es "un coste" por una decisión que todavía no ha tomado. "Si el Gobierno lo hubiera asumido como propio, yo lo hubiera defendido así, pero es cierto que en el Ministerio de Economía se están trabajando en una serie de líneas".

Rosa Conde dijo que el Gobierno tiene ahora "entre manos" las reformas estructurales del programa de convergencia conEuropa, que se están dialogando con los interlocutores sociales.

"Es cierto que la situación es dificíl", añadió, "y que hay que estar sistemáticamente pensando en qué otras posibilidades pueden mejorar la situación del país, pero el mismo secretario de Estado de Economía lo dijo: es una reflexión absolutamente personal y, por tanto, mi obligación es no asumirla".

La ministra dijo no tener la sensación de que una "pérdida de logros colectivos", en referencia a la posible eliminación de la autorizción administrativa previa para los despidos. "Nosotros procuramos hacer una política equilibrada, pero a veces tenemos que dañar intereses que no queremos dañar (...) En un período como este, cualquier iniciativa debería ser compartida por los interlocutores sociales", concluyó.