Romero adujo que, ante el banco d pruebas que serán las elecciones municipales en Barcelona, en el que el PP podría hacer de árbitro entre CiU y el PSOE, los populares podrían estar "avanzando algunas piezas, en una partida de ajedrez en la que calculan que, para ganarla a nivel del Estado, necesitan de una relación de mayor confianza con la derecha nacionalista que representa Jordi Pujol".

Agregó que "si volvemos a editar, en vísperas del siglo XXI, con todas las diferencias y modernidades, la Confederación Española de Derechas Autóomas (una formación derechista de la Segunda República liderada por José María Gil Robles) está claro que la derecha y el centro derecha en España, si quiere tener una alternativa de gobierno con cierta consistencia y con mayoría parlamentaria, tiene que contar con Convergencia i Unió y también con el PNV".

Por esa razón, Romero opinó que el sostén dado a Convergencia i Unió al apoyarle en la comisión del Parlamento catalán que investigó a Cullell representa "un gesto para decirle a Pujol que ellos (e PP) están ahí y pueden entenderse en este temas y en otros".

El diputado de IU advirtió que ese paso se ha dado "en un terreno complicado, como es el de la corrupción y el tráfico de influencias", porque pone en evidencia que la bandera de la lucha contra la corrupción que levanta el PP "en el fondo se ve que es una bandera bastante instrumentalizada y bastante poco profunda".

"LA SINCERIDAD NO ERA TOTAL"

A su juicio, "si el acercamiento a Convergencia i Unió supone este tipo de abandono de lalucha en este terreno, se demuestra que la sinceridad no era total en este caso concreto".

Aunque no quiso pronunciarse sobre si esto augura que el PP estaría dipuesto a 'tapar' escándalos para lograr alianzas políticas, argumentó que "de momento lo han hecho en un caso concreto y bastante grave, y con bastantes repercusiones".

En su opinión, "es normal que el PSOE le tape las vergüenzas a Pujol, como Pujol se las tapa al PSOE, y se devuelven los favores, bloqueando investigaciones y exculpando táficos de influencia y casos de corrupción, tanto en Madrid como Barcelona".

Sin embargo, resulta más novedoso ver que el PP, "que no se había mostrado partidario de estas componendas en este último periodo, ha hecho un gesto a favor de Pujol porque tiene una estrategia de oposición frontal al PSOE, pero aquí se demuestra que decirle a Pujol que con ellos pueden estar tranquilos en ese campo, creo que es un gesto que es muy revelador".

Añadió que no cree que sea "una cosa aislada, sino la inaugurción que luego se puede concretar con el papel de arbitraje que pueden tener o no en el Ayuntamiento de Barcelona".