El máximo responsable de la Benemérita reconoció hoy que los vehículos que el instituto utiliza para el traslado de presos no reúnen las condiciones de seguridad requeridas.

Según las primeras investigaciones, los tres fugados (Juan José Garfía, de 25 años; José Campillo, de 24, y Antonio Vázquez, de 30) hundieron con sus manos el suelo del furgón y escaparon por el agujero que hicieron en una de las celdillas.

Rldán aseguró que la flota de vehículos utilizada para el traslado de penados será renovada dentro de poco tiempo para garantizar las condiciones de seguridad de los presos y de los agentes.

El Cuerpo Nacional de Policía cambió el año pasado los coches celulares por otros más confortables y adecuados, a instancias del defensor del Pueblo, Alvaro Gil-Robles, que consideró primordial mantener la dignidad personal de los reclusos.

NUEVOS FURGONES

La Dirección General de la Guardia Civil tiene previto invertir 1.700 millones de pesetas en la adquisición de nuevos furgones. Los modelos elegidos son de la casa Mercedes, para los vehículos pequeños y grandes, y de Nissan para los de tamaño intermedio.

Luis Roldán explicó que el año pasado la Guardia Civil realizó ochenta millones de kilómetros trasladando presos, lo que supone que si un recluso es cambiado de lugar tres veces durante su permanencia en prisión, en 2,5 ocasiones intervienen efectivos de este cuerpo.

En opinión del director generl, la fuga pudo haber sido alentada por Juan José Garfia, que está condenado a 113 años de cárcel por el asesinato, en 1987, de un policía municipal, un guardia civil y un paisano en Valladolid.

En el furgón policial viajaban también otros 32 reclusos que ingresaron en la cárcel vallisoletana de Villanubla.

Agentes de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local continúan rastreando hoy la zona para tratar de localizar a los fugados. También han sido colocados numerosos controles n las carreteras de la provincia.