La operación, en la que estuvieron presentes, entre otros, dos miembros del Grupo Octavo de la Policía Judicial de Madrid y un juez instructor de Pamplona, obedeció al exhorto remitido por el juzgado de Instrucción número 16 de la capital de España, que instruye el llamado "caso Roldán".

Un arquitecto amigo del ex director general de la Guardia Civil señaló hace unos días que construyó varios escondites secreos en el citado chalé cuando realizó en el mismo obras de reforma.

Asimismo, el diario "El Mundo" aseguró que el pasado mes de marzo Roldán guardó en tres librerías del edificio un total de 225 carpetas que podrían contener documentos con información reservada, presuntamente sustraída de las instalaciones de la Guardia Civil.

El juez de guardia que ayer estuvo presente en el registro, Juan Manuel Fernández, precisó hoy a Servimedia que en la casa de la calle Zizurartea no se encontraron documento. La Policía se llevó de la misma, exclusivamente, dos cartas remitidas a Roldán y fechadas en el tiempo en el que éste fue delegado del Gobierno en Navarra. El contenido de ambas misivas es "intrascendente" para las investigaciones, según Fernández.

Durante el registro se picó en varios puntos del inmueble a la búsqueda de escondites secretos. En este sentido, la misma fuente afirmó que no había tales escondites y que sólo se hallaron pequeños huecos entre el revestimiento de la pared y la estructurade la misma, demasiado estrechos para guardar papeles o carpetas.

Desde la desaparición de Luis Roldán, efectivos de la Guardia Civil vigilan permanentemente la vivienda de Cizur Menor, la última estancia conocida del prófugo antes de su huída. La casa está ahora en venta y por ella una inmobiliaria pide 40 millones de pesetas.