La Junta de Tratamiento de Brieva se reunió por última vez para revisar la clasificación penitenciaria del ex director general de la Beneméritael pasado mes de julio. Entonces, por unanimidad, se acordó mantener a Roldán en el segundo grado.

Por su parte, Roldán recurrió esta clasificación al juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid, quien pidió entonces la opinión de la cárcel de Brieva.

Los informes de la prisión coincidían en oponerse a la concesión del tercer grado al ex director general de la Guardia Civil por tres motivos: su actividad delictiva continuada, porque eludió la acción de la justicia y por la alarma social que geeró.

De esta manera, antes de resolver, el juez pidió opinión a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Valladolid, cuya valoración es obligatoria antes de que el juez decida.

Según Instituciones Penitenciarias, falta por conocer la opinión del fiscal. En caso de que fuera favorable al tercer grado de Roldán, el juez notificaría la decisión a la cárcel y al reo.

En caso de que la Fiscalía esté en contra y el juez resuelva positivamente, el ministerio público tiene un plazo para recurir. En cualquier caso, la opinión de la Fiscalía no se conoce oficialmente y, sin ella, el juez de vigilancia no puede resolver, según Instituciones Penitenciarias.