Según explicó a Servimedia el hermano de Blanca Rodríguez Porto, el abogado José Luis Rodríguez, las acciones denunciadas forman parte de un cúmulo de incidentes en los que a menudo han tenido que soportar actuaciones groseras, absurdas o de mala educación por parte de tres o cuaro de los cuarenta agentes que se ocupan de la vigilancia permanente sobre la mujer de Roldán y su hijo.

Entre estas acciones, José Luis Rodríguez citó hechos como la entrada de un policía en un probador de una tienda de ropas donde Blanca estaba con su madre, que fue sorprendida por el agente en paños menores, o la irrupción de otro agente en el aula de la Uned en la que Blanca Rodríguez se ha matriculado como alumna de Geografía e Historia.

José Luis Rodríguez afirmó a Servimedia que "asumimos ue nos tienen que vigilar, porque Blanca es la esposa de Luis Roldán, pero estamos hartos de groserías, gestos de mala educación y provocaciones absurdas".

El hermano y abogado de Blanca Rodríguez estima que no hay justificación para el acoso policial que pesa sobre la familia desde hace ocho meses, teniendo en cuenta que Blanca está bajo fianza y cumpliendo la obligación de presentarse ante el juez los días 10, 20 y 30 de cada mes.

José Luis Rodríguez añadió que siempre han colaborado con los enargados del dispositivo de seguimiento y que nunca han buscado el conflicto, pero aseguró que acabarán formulando una protesta formal si continúan las acciones de presión, entre las que incluye el incidente denunciado por el chófer de la familia.

Eladio García Sanmartín, chófer del padre de Blanca Rodríguez desde hace más de cuatro años, denuncia que fue interceptado por los policías que siguen a la mujer de Roldán a primera hora de la madrugada del martes, cuando se dirigía a su domicilio tras tomar na copa con los amigos. Según la denuncia, estaba en un semáforo en las cercanías del domicilio familiar de Blanca Rodríguez cuando un agente le ordenó bajarse del vehículo.

Tras identificarse, preguntó varias veces por qué le retenían, obteniendo como única respuesta la orden de callarse, por lo que calificó de impresentable la acción de los agentes, a los que echó en cara que le conocían perfectamente. Los policías llamaron a una dotación 'Z' y llevaron al chófer a la comisaría, donde estuvo media hra sin conocer el motivo de la detención, según la denuncia, y sin que le fuera permitido llamar a su abogado.

Desde la inspección de guardia Eladio García fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil, donde fue sometido a una prueba de alcoholemia y dio como resultado 0,6. Antes de la prueba reclamó inútilmente de nuevo el derecho a contar con la presencia de su abogado.

Posteriormente el chófer de Blanca Rodríguez fue llevado al Hospital Provincial con la intención de repetir la prueba cn extracción de sangre, a lo que se negó. Fue trasladado de nuevo a comisaría, según el texto de la denuncia presentada ayer, sin que le dijeran los cargos que se le imputaban.

Posteriormente le dejaron hacer una llamada y le advirtieron que no podía tocar el coche que conducía. Según la denuncia, al salir de comisaría el jefe del dispositivo de seguimiento le dijo: "No hace falta tomarse una copa para llamarme hijo puta y te salvas porque llevo la placa, porque si no te abro la cabeza".

Al no poer tocar el vehículo, y tras advertirle los agentes que si no era retirado del lugar llamarían a la grúa, tuvo que llamar a Blanca Rodríguez Porto para que recogiera el coche. Eran las 3,30 de la mañana.

Eladio García hace constar en la denuncia su convencimiento de que los policías que siguen a Blanca Rodríguez no hacen más que provocarle y molestarle. La familia de Blanca Rodríguez ya había solicitado a los responsables del operativo el cese de la presión sobre el chófer, que había sido interrumpiday que se reanudó hace unos diez días, según la misma denuncia.

Según José Luis Rodríguez, su padre tuvo que soportar la misma actitud de presión el martes, cuando los agentes del operativo cerraron el paso al coche familiar, quizá por pensar que era el chófer quien lo conducía.