ROJO AFIRMA QUE HAY TODAVIA "UN PROBLEMA MUY SERIO DE INFLACION"

MADRID
SERVIMEDIA

El goberndor del Banco de España, Luis Angel Rojo, afirmó hoy que la economía arrastra todavía "un problema muy serio de inflación" centrado en el sector servicios, que registra un crecimiento de los precios de entre el 9 y el 9,5 por cien anual.

Rojo, que participó en un encuentro con destacados empresarios españoles y extranjeros organizado por la revista "The Economist", dijo que la inflación de los servicios condiciona negativamente a las empresas que deben vender sus productos en el mercado, mermando su cpacidad para competir.

El gobernador advirtió que el control de la inflación es, junto con la reducción del déficit público y la bajada de los tipos de interés alemanes, la condición previa necesaria para abaratar sustancialmente los créditos en España.

A este respecto, expresó el deseo de que el Gobierno cumpla su objetivo de recortar el déficit público ocho décimas este año, situándolo ligeramente por debajo del 4 por cien, y de que el crecimiento de los salarios nominales se reduzca de manera apreciable".

FUTURO DE LA BANCA

Por otra parte, Rojo se mostró convencido de que la unión económica y monetaria no sólo no se ralentizará sino que podría resultar acelerada por parte de los países más estables de la Comunidad, a fin de atravesar cuanto antes las inestabilidades propias de los periodos transitorios.

En cuanto al futuro de la banca española en Europa, señaló que debe reducir sus costes de explotación, mediante la racionalización de su red de oficinas, pero recalcó que su solvenci está fuera de toda duda.

Pronosticó asimismo que la competencia que plantearán las entidades extranjeras a las nacionales dentro de España se circunscribirá en gran medida a la banca al por mayor.

Sin embargo, afectará poco a la banca comercial, precisamente por la dificultad que tendrán las entidades foráneas para penetrar en la red de sucursales de las entidades españolas.

Rojo abogó también por conceder al futuro banco central europeo facultades de supervisión de las entidades financiera y la posibilidad de intervenir en el caso de quiebras bancarias.

A su juicio, no concederle estos poderes equivale a perjudicar a los países que realicen una política de mayor solvencia, en un contexto en el que las crisis bancarias se contagiarán con facilitad a través de las fronteras.

(SERVIMEDIA)
26 Ene 1993
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