Rojas Marcos, que presidió hoy el acto de homenaje a la bandera en el XVII aniversario de la primera manifestación por la autonomía andaluza, aseguró que esa pretensión "es absolutamente legítima".

El alcalde anunció l creación de dos comisiones para realizar el seguimiento de la organización de la boda real, una de ellas integrada por todos los servicios del ayuntamiento implicados para que todo funcione a la perfección, y otra en la que tengan cabida las instituciones y entidades de la ciudad, al objeto de involucrar a los sevillanos en la ceremonia.

"Esta ceremonia es un acto más de identificación de la Familia Real con Sevilla y una oportunidad para que Sevilla se vuelque con la Familia Real y para que aprovech también este acontecimiento en beneficio propio", añadió.

A su juicio, la boda de la infanta Elena en Sevilla es un paso más en la idea de convertir a la capital hispalense en una ciudad líder del siglo XXI, con mucha fuerza y personalidad y capaz de celebrar acontecimientos históricos y de ámbito mundial.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Andalucía aseguró que mantendrá divesas reuniones con los responsables de Protocolo de la Casa Real, Protocolo del Estado y seguridad del Estado para oordinar todos los efectivos que garanticen el normal desarrollo del enlace.

Tanto Rubiales como la consejera de Gobernación de la Junta de Andalucía, Carmen Hermosín, reconocieron no tener constancia oficial de la celebración de la boda y admitieron que se enteraron de la noticia por los medios de comunicación.