Tras declarar ante el juez, Rojas Marcos, afirmó que se encuentra "entre la espada y la pared". "De un lado", dijo, "la presión de los vecinos para obtener una policía más adecuada al momento de hoy y, de tro, el caso de Lasunción que me lo impide, lo que me lo dificulta por los menos".

El ex jefe de la policía local de Sevilla, que presentó la querella el pasado mes de marzo, mantiene un contencioso con el Ayuntamiento de la capital hispalense por pretender volver a su cargo, que adquirió por concurso.

El juez de instrucción número 7 de Sevilla, Fernando Martínez, admitió a trámite la querella y dictó un auto en el que imputaba de un presunto delito de prevariación al alcalde, al delegado de seguidad ciudadana, Manuel García y al delegado de Hacienda, Antonio Fontán.

El alcalde, que en todo momento expresó su "absoluta confianza en la justicia", intentó cerrar el caso con Lasunción al ofrecerle uno de los puestos de mando previstos en la reestructuración de la Policía Local, si bien Lasunción rechazó la oferta de Rojas Marcos.

En sus declaraciones a los medios, tras comparecer ante el juez, el alcalde reconoció que este caso desprestrigia a su institución y dificulta el proceso de reestrcturación de la policía que necesita la ciudad.

"La situación en la que me encuentro de libertad provisional, cuando es un delito que no tiene privación de libertad, es algo que erosiona muy gravemente al prestigio de la institución que yo represento", afirmó.