Rojas Marcos indicó que la decisión última no depende de él, porque "se tinen que cumplir unas condiciones y si no se cumplen habrá que tener pabellones cerrados, es evidente".

"Será a pesar mío, lo lamentaré muchísimo", añadió, pero se mostró tajante en que los pabellones que no cuenten con los permisos correspondientes no podrán ser abiertos al público.

El alcalde de Sevilla se refirió asimismo a los miles de millones que solicitó a la Administración central en concepto de suplemento de servicios públicos municipales adicionales durante los seis meses de la exposició.

Rojas Marcos advirtió que de no conseguirse esta cantidad, el perjuicio no sería para la ciudad, sino para la Expo, "porque la isla de La Cartuja es un barrio más de la ciudad".

Sobre este último asunto, comentó que no tiene intención de establecer servicios excepcionales y restar, por ejemplo, vigilancia policial a los barrios de la ciudad para dedicarla en exclusiva a reforzar la seguridad de la Expo.