Con el rostro demacrado, aspecto cansado y rodeado de más de medio centenar de periodistas, cámaras de teevisión y micrófonos de emisoras de radio, en una pequeña sala de su despacho en Madrid, dijo, al preguntarle por su mujer: "Ojalá pudiera volver con ella, pero después de lo que ha pasado, difícilmente podré estar en la misma cama con ella".

Contra el cabecilla de la banda, Jose Ignacio R., alias "Nacho", y contra el resto de los delincuentes detenidos sólo tuvo palabras de odio y resquemor, refiriéndose a ellos en todo momento como esos "hijos de puta". Negó haber tenido algún tipo de relación profeional con los detenidos, excepto unas gestiones para comprar de un coche Mercedes, último modelo, que su mujer le recomendó la hiciera con ellos para ahorrarse 2 millones de pesetas, trato que finalmente no cerró.

Añadió que vio al cabecilla de la banda en dos ocasiones, una hace dos años y medio, cuando visitó su despacho con unos clientes, y días antes del atentado, en una calle frente a su despacho, para venderle un Mercedes, ya matriculado, que finalmente no compró. "Es la única relación que me un a esos hijos de puta", precisó.

Rodríguez Menéndez, que marcó antes de comenzar la rueda de prensa un tiempo máximo de media hora para concluirla, argumentando que los médicos le habían prohibido extenderse más, se deshizo en elogios a todo el personal del Hospital Clínico, de los que dijo "ellos y Dios me han salvado la vida".

Con la camisa manchada en el lugar donde recibió el disparo que casi acaba con su vida, relató su versión de los hechos. Volvía de Bilbao y en una calle cercana a su domiilio en Majadahonda observaron a dos motoristas que adelantaban a su vehículo a toda velocidad, al doblar la esquina de su calle la moto se acercó a su ventanilla y uno de los ocupantes sacó una pistola y le disparó.

"Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que el asunto estaba relacionado con el 'caso Brouard' nunca pensé que mi familia tenía algo que ver en esto", relató.

En ningún momento, hasta que ingresó en el quirófano perdió el conocimiento, aseguró el abogado que agradeció a su chófe (uno de los sospechosos de estar implicados en el atentado, en un primer momento) estar hoy vivo.

"Las acusaciones que se han vertido sobre mi chófer son una patraña, el fue quién consiguió controlar el coche y el fue quién me llevó hasta el hospital en 10 minutos", aclaró el abogado.

HISTORIA DE AMOR

Tras el atentado, continuó Rodríguez Menéndez, "mi mujer me cogió la cabeza, me acarició y dijo: tu eres muy fuerte y no te vas a morir".

Aclaró que, hasta que su mujer dejó de ir a visitarl al hospital, sólo pensaba que su atentado tenía que ver con el 'caso Brouard', por ser el asunto más "beligerante y delicado" del que se ocupaba, señaló. El abogado Rodríguez Menéndez defiende Juan José Rodriguez Díaz, alias "el Francés", testigo del 'caso Brouard'.

Rodríguez Menéndez no quisó desvelar si después de lo ocurrido se va a divorciar de su mujer, de la que dijo haber estado enamorado durante 12 meses y vivir una bonita historia de amor con ella.

"A Laura la han podido engañar y puedeser que su ambición la llevara a la perdición. Siento una pena enorme porque se ha roto algo que era tan bonito y funcionó tan bien", lamentó el abogado.

Felicitó a la policía por la excelente investigación que ha llevado a cabo y que ha acabado con la detención de 22 personas, entre los que se encuentra su mujer y la banda de matones a los que, además de este atentado, se les imputan numerosos delitos.

El abogado anunció su disposición a facilitar toda la documentación y a no poner ninguna trabaa la investigación policial y dijo que incluso les dejará comprobar todos los ordenadores de su domicilio y toda la documentación que utilizaba su mujer.

Menéndez advirtió que sus abogados, Alicia Moreno y Manuel Cobo del Rosal, no ejercerán la acusación particular hasta después de haber declarado ante el juez encargado del caso.