En su opinión, el PER "ha degenerado bastante" desde que fue creado en 1983. "Ahora el fraude es alto, todo tipo de trabajadores urales quieren acogerse a él. Cobran la prestación, luego hacen alguna chapuza y eso les da para vivir. El problema es que está ahogando la iniciativa de muchas personas", señala el presidente extremeño.

"La solución sería que el Gobierno nos transfiriera los fondos, que este año han sido para Extremadura de 29.885 millones de pesetas. Se lo he propuesto a Solchaga y está de acuerdo", añadió.

Por otra parte, el presidente extremeño insiste en su rechazo a la cesión del 15 por ciento del IRPF a la comunidades, por entender que "puede ponr en peligro el concepto de solidaridad nacional y resta fuerza al Estado".

A su juicio, Extremadura tiene ahora, por primera vez en su historia, las condiciones que posibilitan el desarrollo, mediante la combinación de la iniciativa pública y privada.

"Este modelo es menos espectacular que otros, pero lo importante es que da resultado: en 1992, Extremadura fue la región de España que más creció", explicó.