Ibarra señaló, en declaraciones a la Cadena Ser, que "hay que intentar no volver a cometer ningún tipo de política que pueda prestarse a corrupción y, al mismo tiempo, hay que recuperar un electorado qu se nos está yendo por la izquierda".

El cambio de dirección del Partido Socialista hacia la izquierda, agregó, "será un asunto que habrá que discutir en los próximos días, tanto en la dirección del partido como en el propio Gobierno. Pienso que los resultados nos están diciendo que una parte de nuestro electorado no ha ido al PP, sino a la abstención o a Izquierda Unida".

Ibarra señaló que "si en esta ocasión el Partido Socialista hubiera ganado las elecciones, después de lo que ha ocurrido, ls escándalos que hemos tenido, habría que cambiar todos los tratados de política que existen en el mundo. Era lógico, normal y casi casi correcto que el ciudadano nos diera un voto de castigo, porque hemos cometido muchos disparates".

"Lo que más nos ha perjudicado han sido los escándalos Roldán y Rubio. Es casi políticamente normal lo que ha ocurrido, eso no tiene que volver a pasar", dijo.

Respecto a la unidad de la familia socialista, Ibarra manifestó que "estar unidos no quiere decir estar unnimes en cuanto a la apreciación y a la valoración de la política que hay que hacer en España. Se pueden mantener ciertas discrepancias, ciertas divergencias, y eso no rompe la unidad del partido. Nunca ha existido en el partido una tendencia única, unánime, excluyente y exclusiva".