Rodríguez Ibarra se refería así a la influncia que sobre él han ejercido las críticas que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha vertido contra su persona durante la campaña electoral por haber declarado que Cataluña se enriqueció durante el franquismo a costa de regiones pobres como la extremeña.

Por otra parte, señaló que, ante estos comicios "mentalmente me encuentro en un actitud de más humildad que en 1987. Antes yo creía que solos podíamos solucionar muchas cosas, pero ahora creo que en compañía se pueden resolver muchas más". Indicó que, si sale reelegido, dialogará ampliamente con todos los colectivos que tengan algo que decir sobre Extremadura, si bien precisó que la actitud dialogante no depende sólo del que está gobernando, sino también de la oposición.

A su juicio, si Gobierno y oposición se ponen de acuerdo para infundirle vitalidad a la Asamblea de Extremadura, la nueva legislatura autonómica "puede tener más diálogo que antes".