El operativo de seguridad también cuenta con el regreso de Yellow, un perro robot cuyo principal objetivo es ayudar a reforzar la seguridad de las cerca de 85.000 personas (visitantes y personal) que estarán cada día en el mayor festival de rock del mundo.

Prosegur aporta un equipo dirigido por un coordinador de seguridad y doce supervisores que coordinan a los cerca de 500 vigilantes encargados de controlar los accesos al recinto, proteger los aparcamientos, el perímetro, el backstage y los escenarios, así como todo el recinto y los stands de promotores y patrocinadores. En todas las entradas habrá un control de entradas y, a continuación, un control de acceso. La empresa también prestará apoyo en los cacheos a la entrada del evento.

Esta operación de seguridad comenzó en marzo y el mayor reto consiste en garantizar la seguridad del personal y de todos los equipos y materiales que se introducen en el recinto durante los días previos al evento. Durante los días del festival, las situaciones que merecen mayor atención por parte del equipo de seguridad residen en garantizar la seguridad de los espectadores y cualquier intento de intrusión en el espacio.

Por este motivo, el sistema cuenta con varias cámaras de videovigilancia y drones que vigilan permanentemente el perímetro de 260.000m2. Toda la operación está gestionada, supervisada y asistida de forma centralizada por el iSOC (Security Operations Centre), que forma parte del Centro de Control Operativo (CCO), centro desde el que se gestionan a distancia los servicios de seguridad.