Roca, que anunció su marcha de la política madrileña esta noche durante una conferencia sobre "Los nuevos horizontes de la política española" en el Club Siglo XXI, afirmó a los periodistas que, unque la candidatura a la alcaldía de Barcelona no es incompatible con el mantenimiento del escaño, él prefiere dejarlo.

Asegura a este respecto que quiere "dar más fuerza" a su compromiso con los electores barceloneses al aceptar la candidatura a la alcaldía de la Ciudad Condal y añade que no le parecería bien presentar ante la opinión pública su posible elección como alcalde "de manera secundaria".

"Para mí es un compromiso decisivo y definitivo", aseguró el todavía portavoz de CiU en el Congreo, "no quiero hacerlo con un seguro (en referencia a la posibilidad haber mantenido el escaño por si finalmente no es elegido alcalde). Quiero hacer el salto mortal sin red. El Ayuntamiento de Barcelona se lo merece".

En las palabras de su conferencia en el Club Siglo XXI ha dicho que esta intervención tiene para él "un sabor nostálgico de despedida". Roca hizo balance de lo ocurrido en los últimos 17 años, desde la reforma política de 1977, y ha alertado sobre el peligro de poner en duda por la crisi presente lo que han supuesto estos 17 años de democracia.

"Ello es sencillamente absurdo y, por otra parte, muy negativo; es tanto como negarnos a nosotros mismos la satisfacción y el orgullo de haber sido protagonistas de uno de los procesos más interesantes de la historia contemporánea de Europa y, sin duda, el más brillante y positivo de la historia del siglo XX español".

GUSTO POR LA RADICALIZACION

En referencia a los tiempos que vivimos, Roca ha pedido en su despedida de la política madrieña que los análisis se hagan con serenidad y ha alertado sobre el problema de que en España no se debaten los problemas, "sino que nos alejamos de la situación de sosiego y serenidad que necesitaríamos para hacer frente a este nuevo horizonte".

"Aflora un cierto gusto por la radicalización, se define la crispación como positivo, se confunde la normalidad con una modorra denunciada como asepsia de las instituciones democráticas. No quiero sacar un ápice de fuerza ni de razón a los argumentos que se enuentran en el origen de esta situación", prosiguió, "constato simplemente que las posiciones se radicalizan y la crispación se aplaude. Las alternativas se defienden con intransigencia, no existen límites ni para la denuncia ni para la contestación".

Antes de esta conferencia, y a preguntas de los periodistas, el portavoz de CiU no ha querido intervenir en la polémica abierta por Felipe González sobre si existe o no una campaña de desestabilización. "Prefiero no contestar. Este país tiene tendencia hitórica a dividirse en bandos", argumentó.

Sí reconoció sin embargo, que se está introduciendo en el debate político "un clima que puede entorpecer la serenidad de ánimo" necesario para hacer frente a los problemas de la economía española. "Eso no es bueno para resolver los problemas. No es positivo".

En referencia a la supuesta financiación de los comunistas españoles por parte del PCUS soviético durante la década de los 80, Roca no quiso hacer declaraciones y advirtió que "prefiero escucharles aellos", en alusión a que esperará un pronunciamiento en firme antes de opinar.

Sobre la decisión de investigar el 'caso de la Rosa' en la comisión parlamentaria de financiación de los partidos políticos, el portavoz de CiU afirmó "me parece que todo lo que pueda hacer que las cosas se aclaren y den lugar a la máxima transparencia es bueno".