Según indica el miembro del SI español, ésta es la conclusióna la que llegaron los policías que investigaron el caso, precisando que "es muy difícl de probar juridicamente".

El miembro de la investigación explicó que "en el cuerpo no aparecía signo de maceración alguno, que debería tener después de estar flotando en el mar durante diez horas".

La hipótesis que se barajó fue que, tras la muerte a bordo, un miembro de la tripulación contactÓ por radio con sus familiares "y suponemos que las órdenes fueron que se arrojase el cuerpo al mar, dejando pasar varas horas para denunciar su desaparición, ya que ésta era la forma más viable y efectiva para que las compañías de seguros no pospusiesen el cobro de la indemnización".

Además, según indica la información de Canarias 7, tras dos años de la muerte de Robert Maxwell, no se ha abonado el ataúd y los servicios funerarios a la empresa "Fupalsa", a la que la familia Maxwell debe todavía 1.300.000 pesetas por los servicios que se prestaron tras rescatar el cadáver.

Estos gastos se refieren al féretro d zinc que se contruyó especialmente para trasladar el cuerpo del magnate por avión y al alquiler del tanatorio mientras se solventaban los trámites para la repatriación.