"RITMO" CRITICA LA PARTICIPACION DE DIVOS DE LA MUSICA EN ESPECTACULOS POPULISTAS

MADRID
SERVIMEDIA

La revista "Ritmo", dedicada a la música clásica en todas sus manifestaciones, critica en su editorial del número de febrero "la proliferación de espectculos en los que, apoyándose en divos de gran popularidad, se presentan programas de bajo nivel".

Cuando aún está fresca la polémica desatada entre los tenores José Carreras y Alfredo Kraus, por sentirse éste último excluido de la ceremonia cultural de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona, las afirmaciones de "Ritmo" añaden leña al fuego.

Kraus se ha manifestado en varias ocasiones contrario a los acontecimientos que llevan las piezas de ópera a auditorios masivos que desvirtúan su espírtu, lo cual motivó que Carreras no contase con él.

El editorial señala que en estos eventos "un público predispuesto a convertir la sesión en un 'acontecimiento inolvidable', aplaude con un fervor un tanto mecánico y tópico a esos personajes diariamente promocionados por los medios de comunicación".

Según el artículo, las administraciones públicas gastan a veces cantidades monstruosas en estos conciertos, en los que los divos, lejos de profundizar en su arte, hacen justo lo contrario y se atreven incluso, a cantar canciones ligeras.

"Desde el punto de vista cultural", señala la revista, "ese deseo frenético de éxito multitudinario es una de las grandes desgracias de este tiempo, porque obnubila tanto a organizadores, intérpretes y público que pueden terminar creyendo que cumplen una elevada función cultural, cuando lo que hacen es el ridículo".

Las críticas se centran en los directivos políticos, que creen, según "Ritmo", acercar así el gran arte al gran público, y sólo consiguen ofrecerun engaño. "Más bien lo que se hace es rebajar el nivel musical para que acuda mucha gente", agrega.

El editorial concluye que no se ha adelantado nada en la difusión de la cultura musical y que estas iniciativas sólo han servido para desvelar un ansia desmedida de dinero por parte de los intérpretes, que es una manera de prostituir la profesión.

(SERVIMEDIA)
04 Feb 1992
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