Así lo pone de manifiesto esta encuesta elaborada cada tres años por el Banco de España, en este caso, se hizo en plena pandemia y sus resultados se difundieron este miércoles.

A la luz de esta encuesta, la riqueza neta media creció un 5,6% entre 2017 y 2020, hasta los 269.900 euros, y la renta lo hizo un 10,8% entre 2016 y 2019, hasta los 38.900 euros.

El 10% de la población que tiene más riqueza acumulaba en 2020 el 53,9% de la riqueza, tres décimas más que en 2017; el 5% atesoraba el 41% de la riqueza (cuatro décimas más), y el 1% más rico poseía el 22% de riqueza (1,1 puntos más).

Desde el organismo explicaron en este sentido que la desigualdad en España es “relativamente contenida” en relación a otros países del entorno europeo y “lo es principalmente por la vivienda en propiedad, eso ayuda a mitigar esos niveles de desigualdad”, en palabras del director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán.

En este sentido, el Banco de España pone de manifiesto que la vivienda es el activo más importante de las familias. El 73,9% poseía una vivienda principal en 2020, porcentaje inferior al 75,9% de 2017. La vivienda en propiedad pierde así peso relativo a favor de otras propiedades inmobiliarias y negocios a medida que aumenta la riqueza neta.

El 36,1% de los menores de 35 años tenía su vivienda principal en propiedad, cifra que también viene decreciendo desde 2011.

Además, en 2020, el 45,4% de las familias españolas poseía algún activo financiero, excluyendo cuentas bancarias.

Por otra parte, en 2020, la deuda de los hogares suponía un 11,4% del valor de los activos para el conjunto de las familias, magnitud similar a la de 2011, pero un 45% para aquellos por debajo de la mediana de riqueza. La mayor parte de esta deuda está ligada a la compra de la vivienda principal.

Los hogares endeudados aumentaron en cuatro puntos entre 2017 y 2020, hasta suponer el 57,1%, la tasa más alta desde 2002, aunque el volumen mediano de deuda es menor, de 33.300 euros en 2020 frente a 35.500 euros tres años antes.

TIPOS DE INTERÉS

Por otra parte, el Banco de España avisa de que un eventual aumento de los tipos de interés elevaría la carga financiera de los hogares españoles, especialmente de aquellos en la parte central de la distribución de la renta.

En concreto, calcula que, si se produce un aumento de 100, 200 y 300 puntos básicos sobre la situación actual, la carga financiera de los hogares pasaría del 10% a cerca del 15% contabilizando estas tres subidas. Esta subida de la carga financiera sería más intensa para los hogares con menos renta, a los que supondría pasar de algo más del 30% al 35% de carga.

En este cálculo se supone que las subidas de los tipos de interés a corto plazo se trasladan completamente al tipo de interés de las deudas a tipo de interés variable, mientras que en el caso de los depósitos se supone una traslación del 15% para los depósitos a la vista y del 76% para los depósitos a plazo.

La proporción de hogares endeudados con alta carga de la deuda pasó del 9,8% en 2017 al 10,9% en 2020, volviendo a aumentar tras la caída entre 2014 y 2017.

Gavilán matizó que “los hogares españoles se encuentran en una situación mucho menos vulnerable ahora que en 2008, pero, aun así, el aumento de tipos les va a aumentar ligeramente su vulnerabilidad financiera”.