Estos objetivos se han fijado tras realizar una encuesta entre los ayuntamientos de la región, instituciones y entidades sociales y económicas, que tenía como objetivo diseñar las líneas de actuación para el futuro de la Comunidad en los próximos 25 años.

Tras analizar los resultados, el Ejecutivo de Sanz se plantea como prioridad en su "Estrategia Territorial" una primera descentralización de equipamientos y servicios hacia las cabeceras de comarca para que, más tarde, se continúe la cadena descentralizadora hacia los municipios de menor población.

Esta descentralización se apoya en los datos de la encuesta, que revelan que el 79% de los riojanos asegura que es un problema la dependencia existente respecto a Logroño; el 96% afirma que los habitantes de las localidades más pequeñas deben hacer excesivos desplazamientos a núcleos de mayor tamaño, lo que supone un problema importante para el 74% de los municipios.

El estudio señala además que el 96% de los entrevistados considera que el envejecimiento de la población es un problema grave para la región y el 91% asegura sentirse inquieto por el declive demográfico. Así, el descenso demográfico afecta al 70% de los municipios pequeños y al 30% de las cabeceras de comarca, con especial incidencia en La Rioja Alta.

Las autoridades autonómicas aseveran que los problemas de despoblación están vinculados a las dificultades de acceso a la vivienda y a la falta de equipamientos sanitarios y asistenciales.