La enfermedad del hígado graso “cobra cada vez más importancia” como factor de riesgo del cáncer hepático, que es la tercera causa principal de muerte por cáncer y el sexto tumor maligno en prevalencia a nivel mundial. En España, cada año se diagnostican más de 6.600 casos, siendo el hepatocarcinoma el más frecuente.

A pesar de ello, este tipo de cáncer está mayormente asociado a cirrosis, cuya principal causa de origen no vírico es el consumo de alcohol. Por ello, la AEEH recomendó la realización de una ecografía abdominal cada seis meses en pacientes con cirrosis hepática para diagnosticarlo en los estadios más iniciales y multiplicar por cinco las posibilidades de supervivencia de los pacientes.

“Aunque el carcinoma hepatocelular tenga un mal pronóstico, en los últimos cinco años han aparecido tratamientos que han sumado meses de supervivencia, y viendo sus resultados podemos ser optimistas de cara al futuro para que esta enfermedad se convierta en una patología crónica”, afirmó el vicesecretario de la AEEH, que también subrayó los problemas de acceso en España a los tratamientos con eficacia demostrada en segunda línea para el cáncer de hígado.

Los expertos recomendaron llevar un estilo de vida saludable, realizar ejercicio físico, mantener una dieta sana y evitar el consumo de alcohol para mantener un hígado sano, corregir y evitar la progresión a cirrosis y carcinoma hepático.