Ribó denunció, en una rueda de prensa tras la primera reunión de la dirección de IC, la política conservadora de CiU, e insistió en la necesidad de articular una alternativa progresista en la línea del Olivo italiano, aunque evitó utilizar este término.

Según explicó, este año "se notará de forma más agravda que en años anteriores" el carácter conservador de la coalición nacionalista que gobierna en Cataluña, porque se concretarán iniciativas como la reforma laboral y "no podrán escapar de rendir cuentas sobre las decisiones que impulsan y que agravan el carácter conservador del Gobierno".

Rafael Ribó hizo referencia al debate sobre el abaratamiento del despido y dijo que Pujol "se escuda detrás de la patronal Fomento y de Joan Rosell, que reclaman reducir a la mitad las indemnizaciones por despido". El diputado de IC en el Congreso Joan Saura indicó que actualmente están sobre la mesa "cuatro grandes temas socioeconómicos en los que CiU tiene una posición más conservadora que el PP".

Según dijo, el primero es el de la reforma laboral, aunque recordó "los intentos de privatizar la sanidad" y "las grandes ventajas que la derecha quiere dar a los fondos de las pensiones".

Ribó reiteró la propuesta de celebrar a medio plazo un encuentro al estilo del "Congreso de la Cultura Catalana" con difeentes grupos para elaborar un programa progresista.

Esta convocatoria coincidiría con la convención impulsada por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, para 1998 a través de la fundación Catalunya Segle XXI.